LAS PIÑATAS
Son parte importante de las posadas. Su origen es chino, quienes las usaban en la celebración de su año nuevo. Marco Polo las introdujo a Europa en el siglo XII. Los frailes en la Nueva España las utilizaron para evangelizar. Y una manera de enseñarles a los indígenas la necesidad de que el bien triunfara sobre el mal fue a través de las piñatas, con las que simbolizaron los siete pecados capitales, un pico por cada pecado: pereza, gula, soberbia, envidia, avaricia, ira y lujuria. Al romper la piñata, representaban la destrucción del mal, y tenían su recompensa en las frutas y dulces.
Otro simbolismo que usaron los misioneros fue la de hacer piñatas con formas horribles que representaban al demonio, a quien, por supuesto, también había que destruir a palos.